En el arte de acompañar a un ser querido en su ruta final de esta vida, la escucha atenta se convierte en una herramienta esencial. Más allá de las palabras y gestos, hay un momento profundo y transformador conocido como la «pausa sagrada». Este instante de silencio compartido, de conexión sin palabras, puede ser enriquecido y profundizado mediante el uso del aceite esencial de Vetiver, Vetiveria zizanoides, conocido por sus propiedades calmantes y estabilizadoras. En este artículo, exploraremos el concepto de la pausa sagrada y cómo el Vetiver puede acompañarnos en este momento único de acompañamiento y escucha.

La pausa sagrada es un momento en el que las palabras cesan y se abre un espacio de silencio lleno de significado. Es un instante en el que simplemente estar presentes es suficiente. Este silencio no es vacío, sino que está lleno de presencia y conexión. La pausa sagrada permite que ambas partes, el que acompaña y el que es acompañado, se encuentren en un nivel más profundo y auténtico.

En el contexto del acompañamiento a personal al final de la vida o que estén pasando por una enfermedad crónica, esta pausa sagrada se convierte en un acto de respeto y amor. Es un momento en el que se permite que el otro sea exactamente quien es, sin juicios ni expectativas. En este silencio compartido, se puede sentir una conexión que va más allá de lo físico, una comunión de almas que ofrece consuelo y paz.

Para llegar a esta pausa sagrada, la escucha atenta es fundamental. Escuchar atentamente significa estar completamente presente, prestando atención no solo a las palabras, sino también a los sentimientos y emociones detrás de ellas. Implica dejar de lado nuestras propias preocupaciones y pensamientos para estar verdaderamente con el otro.

La escucha atenta crea un espacio seguro en el que la persona puede expresarse libremente, sabiendo que sus palabras serán recibidas con amor y comprensión. A través de esta escucha profunda, se abre el camino hacia la pausa sagrada, ese momento en el que las palabras ya no son necesarias y el silencio se convierte en el lenguaje del corazón.

 

Vetiver: el aceite de la pausa sagrada

El aceite esencial de Vetiver, conocido como el «aceite de la tranquilidad», puede ser un compañero poderoso en el momento de la pausa sagrada. Extraído de las raíces de la planta Vetiveria zizanoides, este aceite tiene una fragancia terrosa y ahumada que aporta una sensación de estabilidad y calma. El Vetiver es conocido por sus propiedades relajantes y ancladoras, ayudando a calmar la mente y las emociones, creando un espacio interno de paz.

Las propiedades del Vetiver en la escucha atenta y la pausa sagrada son:

1. Calma y relajación: el aceite esencial de Vetiver ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, creando un ambiente tranquilo y propicio para la escucha atenta y la conexión profunda.
2. Anclaje y estabilidad: el aroma terroso del Vetiver proporciona una sensación de enraizamiento, ayudando a ambos, el acompañante y el acompañado, a sentirse más presentes y conectados.
3. Promueve el sueño y el descanso: el aceite esencial de Vetiver puede ayudar a inducir el sueño y el descanso, lo cual es crucial para aquellos que están en este camino  de la vida.

Para utilizar el aceite esencial de  Vetiver en el contexto de la pausa sagrada y la escucha atenta, puedes seguir estos pasos:

Estas recomendaciones son solo  posibles siempre y cuando  no incomoden a la persona que estamos acompañando. Se requiere que quien los utilice tenga conocimientos en el uso de los aceites esenciales y este capacitado para utilizarlos.

1. Difusión: Difunde unas gotas de aceite esencial de Vetiver en la habitación para crear un ambiente calmante. La fragancia ayudará a todos los presentes a sentirse más relajados y conectados. Puede combinarse con unas gotas de aceite esencial de mandarina, limón o naranja.

2. Masaje: Mezcla Vetiver con un aceite portador y masajea suavemente las manos o los pies de la persona. Este acto no solo aporta los beneficios del aceite, sino que también ofrece un toque reconfortante y amoroso.

3. Inhalación: Coloca unas gotas de  aceite esencial de Vetiver en un pañuelo o bola de algodón y pídele a la persona que lo inhale profundamente. Esto puede ayudar a calmar la mente y facilitar la entrada en la pausa sagrada. Los aromasticks son una gran adición, siempre y cuando esté permitido su uso.

 

Conclusión

La pausa sagrada en la escucha atenta es un momento de conexión profunda y sin palabras que puede traer consuelo y paz tanto a la persona  como al acompañante. El aceite esencial de Vetiver, con sus propiedades calmantes y estabilizadoras, puede enriquecer este momento, creando un ambiente de tranquilidad y conexión. Al integrar el Vetiver en nuestras prácticas de acompañamiento, no solo honramos a aquellos que están en sus últimos momentos, sino que también nos permitimos a nosotros mismos experimentar la profunda paz y conexión que surge en la pausa sagrada.

En «Conversaciones al Atardecer», te invitamos a explorar y abrazar estos momentos sagrados, permitiendo que la fragancia del Vetiver te guíe hacia una presencia amorosa y compasiva.